El pasado 15 de Mayo se publicó la tercera entrega del aclamado videojuego desarrollado por Blizzard: Diablo. En la siguiente entrada vamos a dar un repaso a todas las entregas de la saga y sus expansiones, repasando su historia y características, para llegar finalmente a realizar un análisis más exhaustivo sobre Diablo III, un juego que tiene enganchados a millones de jugadores en todo el mundo.
Diablo (1996)
El juego que lo empezó todo, en el año 1996 Blizzar Activision (filial de Activision) desarrolló un juego en perspectiva isométrica de aspecto rolero que destacaba por su calidad gráfica, ambientación, sonidos y sobretodo por su adicción. Si a esto añadimos los videos introductorios de alta calidad y generación aletoria de Mazmorras y misiones, teníamos un excelente juego que rápidamente consiguió embaucar a miles de jugadores.
La mecánica era muy sencilla, elegíamos entre uno de los 3 posibles personajes (Mago, Guerrero y Pícara/Rogue) y nos introducían en el pueblo Tristan, donde básicamente y de manera muy lineal, íbamos completando una serie de misiones a la vez que descendíamos a los mismísimos infiernos matando bichos a golpe de clicks de ratón. Digo descendíamos por que simplemente había una entrada y tenías que descubrir la planta y seguir descendiendo hasta llegar al infierno, con un número total de 16 niveles.
El argumento estaba bien elaborado sobre una trama que se fue completando en las entregas sucesivas. Básicamente los 3 grandes demonios (Diablo, Baal y Mefisto) fueron desterrados del Infierno al mundo mortal por sus semejantes debido a la importancia que le daban al ser humano en su guerra contra el cielo. En estos tiempos antiguos y guiados por el arcangel Tyrael se creó la orden de los Horádrim, formada por los más poderoso magos del mundo para mantener al mundo libre de la amenaza de estos Demonios Mayores. Con éste propósito consiguieron encerrar el alma de cada demonio en una piedra mágica, y cada una de estás piedras de alma fue custodiada y encerrada en diferentes partes del planeta. La de Mefisto en una torre en la ciudad de Kurast, la de Baal en el cuerpo del mago Thal Rasha enterrado en el desierto de Lut Gholein y finalmente la de Diablo en las catacumbas de la ciudad de Tristan. El poder de Diablo llegó a corromper la voluntad del Arzobispo Lázarus y éste manipuló al rey para declarar la guerra a un reino vecino, Westmarch, dejando una estampa de desolación en Tristán debido a los continuos asaltos. Además Lázarus secuestró al príncipe Albrecht, hijo de Leoric, para ofrecérselo a Diablo como cuerpo para materializarse, siendo llevado a lo más bajo de las catacumbas. Para el rey Leoric esto supuso la confirmación de su locura y mandó ejecutar a todo sospechoso hasta que finalmente le pararon los pies dándole muerte sus propios guardias en una revuelta. Con apenas supervivientes, ya que el Arzobispo envío a todos los combatientes a las catacumbas para rescatar al príncipe Albrecht, el pueblo de Tristán realizó una petición de ayuda abierta a la que respondieron los 3 héroes seleccionables: El Guerrero, el mago y la arpía/pícara.
En general y si lo vemos ahora es un juego que parece muy lento a la hora de jugarlo, en su momento requería un equipo bastante potente para hacerlo funcionar con fluidez. Se puede ver como un arcade con tintes roleros, actualmente se denomina Hack & Slash, y tiene muchas influencias de otros juegos como Gauntlet, Zelda, Veil of Darkness o el arcade Dark Seal. Sin embargo destaca por su gran diseño, calidad, ambientación y jugabilidad, sin duda fue un gran hito en la historia de Blizzard y de los videojuegos. Tenía 3 modalidades de juego: Normal, Pesadilla e Inferno pero sólo seleccionables para partidas multijugador, ya sea por conexión TCP/IP, LAN o por el servidor Battle.net el cual fue la primera versión. Las plataformas en las que se publicó Diablo fueron PC (Windows 95), MAC y sorprendentemente la consola PlayStation 1 un año después.
Diablo Expansión: Hellfire (1997)
Con la buena aceptación que supuso para la franquicia este título, la conocida Sierra compró los derechos para desarrollar la expansión de Diablo, bajo el nombre de Hellfire. Para comenzar, no fue una expansión demasiado brillante e incluso parecía un producto pirata como aquellas expansiones y parches que salieron para Doom 2. La trama era bastante forzada, contaba que durante la batalla con Diablo se había visto a un hechicero haciendo rituales en el cementerio de Tristan y resultó que intentaba invocar a un Demonio llamado Nar-Krull. La verdad es que no tiene mucho sentido si vemos como termina el juego original ya que no da pie a esta secuela, pero bueno, por lo menos añadieron algunas mejoras notables como fueron:
- 8 Niveles adicionales
- Nueva clase héroe Monje
- Posibilidad de jugar modos Normal, Pesadilla e Inferno en modo 1 jugador
- Nuevos Hechizos
- 2 nuevas misiones
Además mediante el uso de un fichero de nombre "Command.txt" se podían acceder a nuevas funcionalidades y modificaciones directas del juego.
Entre ellas había una curiosa que hacía que un granjero dijera "Muh", lo cual comenzó a generar el rumor de que en esta expansión que había un nivel en el cual eras atacado por vacas. Sin embargo era completamente falso, pero fijaos si tuvo repercusión ya que llevó a Blizzard a utilizar la frase "there is no cow level" (No hay nivel de la vaca) como truco para pasar pantallas en su juego: Starcraft.
Como resumen tenemos una expansión que, bajo mi punto de vista, fue una mejora en la jugabilidad y opciones pero no aportaba nada nuevo realmente relevante. Es más la escasa y dudosa trama que aportó a la historia de Diablo fue obviada en las sucesivas entregas.
Las mejoras respecto a su anterior eran más que notables. Para comenzar se disponía para elegir 5 héroes:
Amazona, Nigromante, Bárbaro, Hechicera, y Paladín. Además la trama ya no transcurría en un único escenario sino que te transportaba a distintos lugares haciéndolo mucho más divertido y menos monótono. El desarrollo de la historia del juego se dividía en 4 actos y cada uno de ellos tenía una cinemática de esas tan alucinantes que dejaban a las del Diablo I a la altura del betún.
La trama comienza poco tiempo después del final de Diablo I, donde uno de los Demonios Mayores, Diablo, fue derrotado por un héroe anónimo, sin embargo para proteger al mundo de esta criatura diabólica, el mismo héroe se introdujo en la cabeza la piedra del alma que contenía la esencia de Diablo pensando que su pureza prevalecería sobre la maldad de Diablo. Sin embargo se equivocó y provocó finalmente la posesión de sí mismo por Diablo. La historia nos la va contando Marius, un vagabundo, que va relatando los hechos al Arcángel Tyrael, mostrado como una figura encapuchada.
Es un juego que ya parte siendo incompleto sobretodo por su argumento, ya que deja el final demasiado abierto como para acabarse así, se ve necesitado de su posterior expansión, la cual además permitía disfrutar de todas las mejoras desde el comienzo de nivel, como el uso de gemas. De esta manera, Blizzard se aseguró el público para la posterior expansión, la cual veo completamente necesaria para dar por terminado el juego.
En conclusión la mejora fue abismal respecto a la primera entrega, tanto en el aspecto gráfico como de jugabilidad o posibilidades de juego. Esta nueva entrega también permitía formar partidas multijugador de hasta 8 jugadores vía LAN o Battle.Net. Las partidas eran abiertas o cerradas, en función de si se permitía unirse a otros jugadores o no. Desgraciadamente mucho vieron el modo de utilizar bots o mods del juego de manera que trucaban sus personajes, por lo que Blizzard tuvo que continuar desarrollando innumerables parches para evitar esto. Para concluir hay que añadir que tuvo excelentes críticas y se notó mucho el salto respecto de su predecesor.
Finalmente si introdujeron el nivel de las Vacas, y fue muy bien recibido por los jugadores.
En esta expansión casi obligada, se introdujeron muchas mejoras importantes que complementaron el Diablo II. A parte de la introducción de dos nuevas clases: Asesina y Druida se añadieron un montón de funcionalidades:
- Uso de joyas y runas para mejorar los objetos.
- Un nuevo acto para jugar, Harrogath.
- Mejora del sistema de Mercenarios (Compañeros manejados por la máquina)
- Se añade un mercenario Bárbaro para el último acto
- Nuevos objetos
- Objetos específicos de clase
- Se incluye una nueva resolución (800x600) pionera en juegos de rol
- Posibilidad de poseer un segundo armamento.
Respecto a la trama os voy a destripar un poco lo que pasa en Diablo II, así que si no queréis saberlo por miedo a spoilers podéis pasar directamente a la conclusión. En la verisón original de Diablo II, nuestro héroe consigue derrotar a 2 de los 3 Demonios Mayores, que son Mefisto y Diablo. Conociendo la historia de las piedras de alma, nuestro héroe destruye las piedras una vez despues de terminar con cada entidad. La tercera piedra, de Baal, había sido recogida por Marius del cuerpo inerte de Tal Rasha, y se supone que se encargaría de llevarla a los mismos infiernos y destruirla allí, sin embargo por cobardía no lo hizo. Al final de Diablo II, Marius el vagabundo entrega la piedra a Tyrael, pero resulta que no era el arcángel sino que era Baal, y de esta manera termina el Diablo 2 dejando a Baal dueño de su propia piedra del Alma, como decíamos antes, un final muy abierto.
En esta entrega Tyrael se da cuenta de que Izual le había traicionado y había revelado la manera de corromper las piedras de alma, por lo que la supuesta rebelión del infierno que obligo a los 3 Demonios Mayores fue una farsa. El objetivo de Baal es llegar a piedra del mundo, y el tuyo es detenerlo antes de que esto suceda.
En definitiva, fue una expansión muy jugosa con buen contenido nuevo que si se instalaba a la vez que el Diablo II, permitía disfrutar de las mejoras desde el principio, lo cual es altamente recomendable. Además termina la historia que quedaba a medias con el juego básico y permitía elegir 2 héroes adicionales. Por estas razones sacaron al mercado varios paquetes recopilatorios, como el Battle Chest de Diablo II, que incluía las versiones de Diablo II y Diablo II: Lord of Destructions además de algunos extras como la banda sonora o un libro de guía del juego. Creo que no hace falta decir que los seguidores de la saga se multiplicaron tras esta entrega, y todo debido a que su calidad y frescura no eran comparables con nada parecido en aquella época. De hecho se estuvo jugando largo tiempo después de su lanzamiento.
El Argumento
La trama nos sitúa 20 años después de los sucesos de las anteriores entregas, que van seguidas, y de nuevo en torno al último de la orden de los Horadrim, Deckard Cain, al que ya habíamos conocido en Tristan en las anteriores entregas de Diablo. Al parecer el viejo Deckard está teniendo una serie de visiones nada esperanzadoras sobre un futuro muy cercano y necesita volver a la catedral de Tristan en busca de algún signo o pista para poder evitar el retorno de los Demonios. Acompañado de su sobrina adoptiva Leah y mientras investiga antiguos textos en la catedral, un cometa cae del cielo en el mismo punto que donde fue sepultado Diablo hace 20 años. Así comienza la aventura, con un video introductorio realmente impresionante.
Análisis
En primer lugar las mejoras técnicas son más que notables y prueba de ello es que exige una gráfica y un equipo de gama media-alta. La música y efectos siguen siendo espectaculares y la jugabilidad ha sido mejorada permitiendo usar 6 habilidades, y cada una de ellas es personalizable entre 4 opciones (De manera predefinida, en realidad son totalmente personalizables) y sus respectivas runas que se van desbloqueando según se avanza el nivel o se consiguen determinados logros, lo cual nos da amplias posibilidades de personalización de personaje. Pero vamos a ir por partes, vamos a ver los posibles héroes.
En este contexto deberemos elegir una de las 5 clases de héroes que disponemos: Bárbaro, Monje, Mago, Médico Brujo y Cazador de Demonios. Cada uno de ellos tiene sus propias habilidades y tomará como estadística principal una de las propuestas en los objetos. (Guerrero Fuerza, Monje/Cazador de Demonios Destreza...) Cada clase puede ejercer diferentes roles, es decir, en función de la configuración de sus habilidades se puede enfocar más a aguantar o hacer daño o a apoyar al grupo. Al principio estaremos muy limitados ya que comenzamos con 1 habilidad, pero poco a poco podremos ir ganando habilidades hasta poder configurar nuestras 6 habilidades. El sistema de leveo ha sido simplificado y no hace falta seleccionar que atributos incrementar cada vez que subimos un nivel, sino que directamente nos añaden las habilidades y estadísticas y simplemente seleccionaremos las que queramos usar o no.
Algo importante de esta nueva versión es que NECESITA conexión a Internet, aunque juegues solo. Ésto limita un poco el abanico de jugadores y las condiciones de uso, a mi me parece un fallo ya que se puede jugar perfectamente solo hasta dificultad Averno. Tampoco se pueden crear partidas en LAN, sino que siempre nos conectaremos a través del sistema BattleNet, digamos que es su sistema antipiratería. También como nuevas funcionalidades destacan la casa de subastas, donde podremos vender hasta 10 objetos simultánieamente por oro del juego o dinero real a otros jugadores, y el sistema de logros, para que se registre todo nuestro avance como nos tienen acostumbrados ya prácticamente casi todos los juegos.
Respecto al desarrollo del juego, se sigue utilizando la filosofía de generación de mazmorras aleatorias por partida, y además de poder unirse a partidas ya creadas, en un principio de amigos ya que por defecto al jugar solo se dejan abiertas para amigos. El juego se compone de 4 actos que irán desarrollándose con el transcurso de misiones muy bien guiadas por la interfaz del juego, y lo mejor de todo es que están completamente traducidas (Texto y Voces). Además se dispone de 4 niveles de juego (Normal, Pesadilla, Infierno y Averno) y 60 niveles para el personaje. El juego en sí se puede disfrutar acompañado de amigos (Grupo máximo de 4 en lugar de 8 como en el Diablo 2) o solo, con la ayuda recomendable de compañeros controlados por el PC, que pueden ser equipados con armas y armaduras que poseas y que irán escalando el nivel conforme adquieran más experiencia. Si juegas con amigos agradecerás la nueva funcionalidad que permite teletransportarte desde el pueblo hasta el lugar donde esté tu amigo simplemente clickando en una estandarte que tiene su nombre en la zona de portales. También es de agradecer el portal que aparece al final de cualquier mazmorra que te teleporta directamente a la entrada de la misma.
Algunos otros aspectos han cambiado levemente como por ejemplo que los objetos sin identificar pueden ser identificados directamente mediante click derecho sin necesidad de pergamino . Por último añadir que han introducido Herrería y Joyería como profesiones, aunque no las aprenden nuestros héroes sino unos NPCs que se encuentran en las ciudades. Al instruir a nuestro herrero o joyero en su profesión, a cambio de materiales u oro, conseguimos que pueda fabricar mejores objetos desde cualquiera de nuestros personajes. El oro además se comparte entre todos nuestros personajes, excepto en el modo incondicional (1 única vida) que tiene su propio alijo.
En resúmen y valorando todo un poco vamos a poner en un listado los puntos fuertes del juego y sus puntos en contra, pues no todo son alabanzas, y más teniendo en cuenta el tiempo que han estado desarrollando esta criatura.
Pros:
- El impresionante acabado gráfico y la esencia original de Diablo.
- La fácil personalización de las habilidades de los Héroes.
- Compartir Oro, banco y Profesiones entre personajes.
- Sistema de Logros incluido.
- Facilidad para mantener el contacto con tus amigos, unirse a partidas y teleportarse.
- Eliminación de los pergaminos de Identificación.
- Hay nivel Humorístico (Imagen de la Derecha).
- Completamente Traducido y con fecha de estreno Mundial universal.
Contras:
- Largo tiempo de espera (12 años)
- No poder personalizar el aspecto físico de los personajes.
- Exige conexión permanente a Internet.
- Exige pasar el nivel normal completamente para comenzar con los modos Hardcore.
- Aparente desequilibrio entre clases en niveles altos.
Conclusión
En general si te gustan los juegos de este tipo, arcade rolero dentro de mazmorras (Baldurs Gate Dark Alliance, Torchlight, Silver, Dungeon Siege o Sacred), y tienes la oportunidad de jugar a Diablo III, te vas a encontrar con un juego de altísima calidad, jugabilidad y adicción, que te mantendrá pegado al PC durante un largo tiempo. Según comentan los propios desarrolladores una vez llegado al nivel más alto es cuando empieza realmente el juego, la pena es que hay que pasárselo 3 veces para llegar a Averno. Si a esto añadimos la novedosa funcionalidad de vender objetos del juego por dinero real, es posible que más de uno se tiente a jugarlo para sacarse unos cuartos de paso que se divierte. Totalmente recomendable aunque nunca hayas probado las anteriores entregas, seguramente quedarás prendado de su diseño ambiente y jugabilidad.
Te fallo una de las imagenes, donde hablas del Diablo Hellfire usaste una pic del Diablo II, de ahi en mas muy buen post.
ResponderEliminarGracias por la corrección, arreglado ;)
ResponderEliminar